lunes, 31 de agosto de 2009

Ella

Estoy sentado frente a mi computadora, tras ganarle una batalla a un grupo de hormigas rebeldes de origen desconocido que, en cualquier momento iban a colmar mi paciencia, estoy también pensando en qué escribir, mañana tengo que presentar el texto; claro, yo y mi irresponsabilidad dejando todo para último momento, en estos momentos vienen a mi mente las palabras de mi psicólogo “Muy hábil pero desordenado”. Mi entorno para escribir es el más adecuado creo yo: música, Messenger, Twitter, etc. Tengo todos estos elementos para poder inspirarme, sin embargo ni la más ínfima gota de inspiración logra darme una idea. Tal vez ella pueda hacer algo, pero no, no se conecta! Me siento estoy cansado toda la actividad del colegio en la mañana y en la tarde entrenamiento, me agotó un poco, luego baño, siesta, cena pero igual, mi estado no cambia.

Para colmo, mañana hay clases, lo cual representa en mí una mixtura de sentimientos, por una parte siento una alegría que no se de dónde proviene, pero lo que si siento claramente es un poco de fastidio, manifestación de mi pereza... Ahora se me dio por leer noticias: Uribe y Correa y sus “roces”, Georges Buckley y su problema con la marihuana, El “Chorri y Ñol” convocados, entre otros. A la vez, estoy conversando con algunos amigos para que me den alguna idea, pero nada, uno, me quiso pasar un poema, podré ser un poco irresponsable o tal vez perezoso, pero falso no. Los minutos avanzan y aún mi mente sigue pensando en otras cosas, problemas, cursos, tareas y, para variar, ella, que por lo general me acompaña siempre, ahora no está conmigo, sigo esperándola, pero nada, su estado dice desconectado, pero siento que está allí, esperando el momento preciso para entrar e iluminarme, mientras tanto, seguiré la esperando.

Aunque suene loco, por momentos pienso que ella es como una estrella, no siempre la puedo ver, pero estoy seguro que está allí y que, en cualquier momento puede aparecer así es que mejor me voy preparando, ¿Nervios? No, no creo, eso no va conmigo, o ¿Tal vez si?

Ya casi es la media noche, vaya noche, muy fea en mi opinión, hace tiempo que no veo un cielo estrellado. Tal vez Marte al pasar las opacó con su belleza escarlata o ¿Qué pasó? Quizá nunca lo sepa. Mientras tanto, mi mente ahora se dedica a pensar en estos últimos meses que pasaré en el colegio; pensar que antes veía y decía “¡Ohh! ¡Cuánto me falta!” ahora trato de mirar atrás y digo “¿Qué?, ¿Tanto avancé?”. Luego digo ¿Cómo será el futuro?, ¿Volveré a ver a mis amigos?, no lo sé. Prácticamente todo está consumado, casi no queda nada y falta poco para acabar ese ciclo de 11 años que pasaron de la noche a la mañana, casi sin pensarlo. Sigo pensando, ¿Y mis amigos? En estos momentos recuerdo todo lo vivido, las experiencias gratas y de las otras también, que ayudaron a moldear mi personalidad. ¡Cómo los extrañaré!, les dediqué y ellos me dedicaron casi 11 años, unos mas otros menos pero en fin que importa, lo que vale es que son mis amigos, más que un simple compañero de clase. Ellos y ella son muy importantes para mí, me dan la fuerza suficiente para seguir, porque, para ser sincero, todo esto me está agotando, me siento aburrido y de no ser por ellos hace tiempo hubiera mandado todo al tacho, pero no, sigo aquí. No lo sé, ahora siento una angustia en la garganta, mezclada con melancolía y repitiendo una misma canción 4 veces. ¿Depresión? No, definitivamente eso si que no va conmigo.

Media noche, que irónico, cansado y no siento sueño, aburrido, pero con ganas de escribir, triste pero entusiasmado. La noche no está estrellada y ella no está conmigo, qué problema! No se qué escribir, pero ya escribí dos caras. Pero, ¿Qué pasa? , no puede ser posible, era ella, sentada atrás mío, con razón tenía ganas de escribir, lo hiciste me dijo, no, le dije, en verdad, lo hicimos. ¿Llegó el momento de su partida? , no lo sé, ¿En verdad sí?, vaya, tienes que dormir, me dijo, mas tarde estaré contigo en el colegio, ya lo verás, será un día fantástico, ¿En serio?, le dije, ¡Sí!, me respondió, sólo deja que yo te guíe, muchas gracias, infinitas gracias, ahora llegó el momento de dormir me despido de ti por una horas pero te llevaré en mi mente, no sé que haría sin ti, gracias, gracias por todo bella damita, llamada, inspiración.

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